Una avutarda correteando por el barrio Salamanca

Proyecto AvutardaSe pasean sin ningún tipo de miramiento, no es que sean presumidas, es que les va la vida en ello. Esta vez, no se trataba de un desfile nupcial a modo de cortejo para encontrar una potencial pareja, sino que sin saber muy bien el momento exacto en que llegó, ni la razón de su visita a la gran ciudad, una avutarda se postró en un jardín de una comunidad de vecinos, en el distrito de Salamanca. La expectación era máxima y para más colofón, era sábado.

¿Cómo habría llegado una avutarda al centro de Madrid? Es de suponer que fue la tópica pregunta de cuánto transeúnte pasase por aquella zona en ese momento, acordonada por cuatro policías y una treintena de personas que se fueron uniendo paulatinamente a la causa. Algo había que hacer y un espontáneo dio el aviso. Por suerte, los trabajadores de SEVEMUR se encontraban cerca, en el espacio de trabajo que tienen habilitado en el Centro VISAVET, de la Universidad Complutense.

SEVEMUR manifestó su tranquilidad en el momento de actuar, pero de camino, planeaban el cómo hacer frente a la avutarda y cómo capturarla sin causarle ningún tipo de daño. Lo de hacer frente hace referencia específicamente en que se debe de tener en cuenta las grandes diferencias que existen entre una avutarda macho y una hembra. Basta con imaginarse una avutarda macho que puede llegar a pesar más de 15 kilos, mientras que una avutarda hembra pesa entre 4 y 5 kilos. Las diferencias parecen estar claras y es que la avutarda común es una de las aves de mayor tamaño de Europa y la especie voladora más pesada del mundo. La situación podría complicarse con estas indicaciones…

No deja de ser curioso que una avutarda decida visitar el centro de Madrid. Si echamos un vistazo a estas poblaciones, en antaño ocupaban las estepas euroasiáticas, y a día de hoy sobreviven en determinadas áreas de cultivo extensivo de cereal. La principal amenaza para estas aves de gran tamaño son las transformaciones agrícolas, el desarrollo urbanístico y la expansión de las infraestructuras. Tal vez una forma de manifestarse ante tales peligros de supervivencia fuese corretear por uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad Madrileña.

El hecho de que la avutarda eligiese un jardín como lugar de asentamiento antes de recogerla SEVEMUR, puede que sea aleatorio o puede que esté justificado por el modo en que este animal tiende a reproducirse. Los machos de unos 15 kilos o más se exhiben en un área concreta que de manera tradicional se denomina arena o lek. De todos los machos dispuestos a exhibirse sólo los más dominantes de cada grupo podrán optar por la reproducción, aunque cada uno de ellos fecundará a varias hembras. Sin embargo, las hembras serán las encargadas en última instancia de elegir al macho con el que desean aparearse. Aquí el más pesado no es el que tiene la última palabra…

No se puede saber en qué estaría pensado la avutarda cuando los trabajadores de SEVEMUR llegaron por detrás y la cazaron con una red. Todo pareció ser más fácil de lo previsto y sin más miramientos le taparon la cabeza, le metieron en una jaula y finalmente en su furgoneta.

Esta vez el sitio de destino no fue el Centro de Protección Animal (CPA), sino, el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) que está en Majadahonda. La excursión de la avutarda se terminó cuando SEVEMUR le entrego a GREFA a la avutarda en un sitio intermedio.

Como punto y final en esta historia comentar que la avutarda ha desaparecido en casi toda Europa y España es uno de los pocos lugares en los que todavía vive. La prohibición de caza en los años 80 permitió la recuperación de la especie que es especialmente abundante en Castilla y León, Castilla la Mancha y Madrid.

Rosae Martín Peña Rosae Matín Peña
SIC. VISAVET-UCM
Ricardo Díaz Flores Ricardo Díaz Flores
SEVEMUR. VISAVET-UCM

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