Quién iba a decir que el cuento de los tres cerditos tuviese una versión española, y casi madrileña, pero eso sí, a su modo, porque no se trata ni de un cerdo perezoso, ni de un cerdito glotón y mucho menos de un cerdito trabajador. El personaje de esta historia es una cerda que se postró muy cerca de una glorieta que permite incorporarse a la M-40. Ni más, ni menos.
En el momento en que la veterinaria de SEVEMUR descolgó el teléfono pudo intuir que no se trataba de una llamada nada usual. Llamaban del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y les explicaron que una cerda estaba paralizando el tráfico de la M40 y que había que sacarla de allí cuanto antes. Los veterinarios de SEVEMUR se pusieron en marcha de inmediato. Sin embargo, esta vez no estaban seguros de si necesitarían algún instrumento más especial para atrapar al animal. En este caso tal vez se precisarían uno dardos, los cuales están en posesión al menos de la policía canina, pero no de SEVEMUR.
Tras terminar el aviso anterior, SEVEMUR se dirigió al aviso de la cerda, en donde ya estaban 3 o 4 parejas de guardia civil. Algunos guardias civiles se habían acercado al Centro de Protección Animal (CPA) y habían pedido un lazo para poder agarrar a la cerda con seguridad y fijarla. Sin embargo, nada ni nadie puede tenerlas consigo, y la cerda en uno de sus movimientos bruscos y molestos rompió el lazo. De un momento a otro llegó la policía canina y sedaron a la cerda. Ahora se estaba quieta, eso sí, pero había que trasladarla y para eso era necesario subirla a la furgoneta, trabajo ya de SEVEMUR. Entre barro, que era de noche, no paraba de llover y que la cerda pesaba lo suyo, cuando intentaron meterla en la furgoneta de SEVEMUR, resultó no entrar.
¿Ahora qué? Los de mantenimiento de la M-40 se habían acercado también y se ofrecieron a llevarla hasta el CPA con la ayuda de SEVEMUR. Así fue, tras otro duro esfuerzo lograron meter a la cerda en la furgoneta de los de mantenimiento y los veterinarios de SEVEMUR les hicieron de guía hasta el CPA donde la reanimaron y la metieron en la cuadra habilitada para este tipo de animales.
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Rosae Matín Peña SIC. VISAVET-UCM |
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Elena López Sánchez SEVEMUR. VISAVET-UCM |
