Tesina defendida por Clara Colmenero de Miguel en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid

18 de septiembre de 2015

En la actualidad hay descritas más de 900 especies de garrapatas, de las cuales dos tercios son ixódidos, conocidas comúnmente como garrapatas duras. Su importancia en Salud Pública radica en que pueden actuar como vectores de enfermedades infecciosas, muchas de ellas de carácter zoonósico, como las rickettsiosis. De hecho, las garrapatas son los arácnidos que más enfermedades transmiten después de los mosquitos.

Además, en los últimos años se ha observado un aumento considerable en el número de enfermedades transmitidas por estas, lo cual se debe a los cambios en los hábitos de vida del hombre y al cambio climático, entre otras razones.
En primer lugar, el presente trabajo se centra en el estudio de las especies de garrapatas que se encuentran en diversos hospedadores de dos regiones geográficas diferentes. En segundo lugar en las especies de rickettsias que se detectan en dichas garrapatas. Las rickettsias son bacterias Gram negativas intracelulares, pertenecientes al género Rickettsia y que poseen características comunes, pero cuyos vectores artrópodos, distribución geográfica y grado de virulencia son muy diferentes.

Actualmente las rickettsiosis se consideran enfermedades emergentes y su estudio ha ido aumentando en los últimos tiempos debido a su elevada prevalencia y morbilidad en determinadas regiones y a su carácter zoonósico.

La Península Ibérica posee ecosistemas muy dispares y climas distintos entre el norte, el centro y el sur, lo que determina una desigual distribución de diferentes especies de ixódidos dependiendo de la región geográfica. De entre las enfermedades que pueden afectar al ser humano que estos transmiten, destacan: la Fiebre Botonosa del Mediterráneo, cuyo agente etiológico clásico es Rickettsia conorii, aunque en los últimos años también se han visto implicados R. raoultii, R. slovaca, R. massiliae y R. aeschlimannii; la enfermedad de Lyme, cuyo agente etiológico es Borrelia burgdorferi s.l. y el tifus murino, cuyo agente etiológico es R. typhi.