Investigación presentada por Sabrina Rodríguez Campos para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados

26 de junio de 2008

Las bacterias del género Mycobacterium se clasifican actualmente en tres grupos, basándose en las características patogénicas y el cuadro clínico que producen. Mycobacterium bovis y Mycobacterium caprae pertenecen al grupo denominado “complejo M. tuberculosis” junto con las especies M. tuberculosis (bacilo tuberculoso humano), M. africanum (grupo heterogéneo de cepas principalmente de África ecuatorial), M. bovis BCG (cepa vacunal derivada de M. bovis), M. microti (bacilo tuberculoso de roedores), M. canettii (cepa africana) y M. pinnipedii (bacilo tuberculoso de las focas). Estos patógenos son los productores de la tuberculosis, una zoonosis que representa un importante problema en veterinaria tanto en las especies de abasto como en animales salvajes y también a nivel de salud pública. En España, las especies Mycobacterium bovis y M. caprae son las que mayor importancia tienen en la infección en animales.

M. bovis es el agente causal más importante de la tuberculosis en animales domésticos (ganado bovino, caprino, ovino y porcino, gatos, perros) y salvajes (ciervos, gamos, rebecos, jabalíes, linces, zorros), y se ha aislado prácticamente en todo el país. Muchos casos de tuberculosis producida por M. bovis en humanos están asociados al ámbito veterinario y ganadero. Sin embargo, actualmente se han dado infecciones en humanos debido al consumo de productos lácteos, por ejemplo leche fresca o queso crudo.

M. caprae afecta principalmente a ganado caprino, aunque recientemente se han descrito en ganado bovino, ganado porcino, ciervo común y jabalí, y en tigre siberiano, camello, dromedario y bisonte. También se han descrito varios casos en humanos. Actualmente no existen datos oficiales de la prevalencia de tuberculosis en el ganado caprino en España, ya que no está sometida a campañas de erradicación obligatoria.

En animales de abasto, la tuberculosis da lugar a importantes pérdidas económicas debidas a gastos generados en la erradicación, compensaciones a los propietarios por el sacrificio obligatorio (en el caso de la tuberculosis bovina), al descenso en la producción y el aprovechamiento de nutrientes y decaimiento progresivo y a las limitaciones al comercio de los animales y sus productos a las que dan lugar.

La infección en animales salvajes es importante puesto que éstos representan un reservorio de la tuberculosis. La infección aumenta la morbididad y mortalidad de especies protegidas y en peligro de extinción, y es un peligro para la salud pública.

La caracterización molecular mediante DVR-spoligotyping (espoligotipado) ha permitido poner de manifiesto una relación epidemiológica entre brotes originados en distintas áreas geográficas, al detectarse en esas zonas un mismo patrón de espoligotipo. Una explicación para este fenómeno podría ser el movimiento de animales infectados que no han reaccionado a la prueba de la intradermotuberculinización (IDTB) (anérgicos) o la presencia de algunas cepas más diseminadas que otras. Además, los resultados obtenidos mediante esa técnica, demuestran la reaparición de cepas con idénticos perfiles de DVR-spoligotyping a partir de las mismas explotaciones en sucesivas campañas. Lo cual indica el mantenimiento de la infección en la explotación por un fallo en la detección de algunos animales infectados con M. bovis o M. caprae, y la diseminación de la infección a otros animales de la misma explotación.

Dada la importancia de la caracterización molecular en el estudio epidemiológico, se creó, en un convenio con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, una base de datos nacional que recoge los registros nacionales (datos geográficos y de tipificación molecular) de infecciones por M. bovis y M. caprae desde 1996 hasta la actualidad.