María Teresa García-Seco Romero defendió este trabajo para la obtención del Máster de Investigación en Ciencias Veterinarias

24 de junio de 2012

La fiebre Q, causada por la bacteria Coxiella burnetii, en una enfermedad zoonósica ampliamente extendida por todo el mundo, cuyos principales reservorios son los rumiantes domésticos. Aunque se han detectado importantes brotes en población humana, generalmente relacionados con la presencia de ganado infectado en el entorno, algunos aspectos de la biología y epidemiología de este patógeno aún no se conocen con exactitud en la actualidad, como su distribución espacial, requisito previo para identificar la presencia de factores epidemiológicos que podrían favorecer o prevenir la diseminación y transmisión de la enfermedad.
Por ello, el presente trabajo se basó en la realización de un análisis serológico en explotaciones de ganado bovino de carne, leche y lidia de la Comunidad de Madrid, región de la que no se dispone de datos actualizados, con el fin de estudiar dos aspectos epidemiológicos de la enfermedad: por un lado se calculó la prevalencia individual y de rebaño de fiebre Q, además de su distribución espacial, y por otra parte se estudiaron los posibles factores de riesgo que pueden estar asociados con una mayor prevalencia de la infección, y que pueden favorecer su aparición y mantenimiento en las explotaciones.
La prevalencia de rebaño obtenida fue de un 30% y la individual de un 6,82%, valores que están dentro del rango observado en otros países europeos. Asimismo, se detectó una agregación significativa de las granjas positivas en el primer nivel de vecindad/proximidad (test de Cuzick y Edwards, p<0.05). Este fenómeno podría estar relacionado con una dinámica de transmisión de la enfermedad relativamente simple a nivel local en toda la región, más que con la existencia de áreas concretas de riesgo.
En cuanto a los factores de riesgo asociados de forma significativa con la obtención de resultados positivos en el ELISA, la aptitud productiva de fue la única variable significativa identificada en el análisis a nivel de rebaño. A nivel individual, la edad del animal fue detectada como un factor de riesgo significativo