Garrapatas

Hay una serie de enfermedades a tener muy en cuenta, bien por su importancia desde el punto de vista de Sanidad Animal, o de Salud Pública, por tratarse de zoonosis transmisibles al ser humano, que son las transmitidas por garrapatas. Uno de los estudios que realiza VISAVET, en colaboración con el Centro de Protección Animal, es el relativo a la transmisión de enfermedades a través de las garrapatas del perro, en concreto la transmisión de la Rickettsiosis.

Las garrapatas son ectoparásitos hematófagos obligados de vertebrados, y son muchas veces vectores de agentes que causan enfermedades en los hospedadores, pudiendo provocarle la muerte. En la actualidad existen más de 800 especies. Estos artrópodos pueden transmitir agentes como bacterias, nematodos, protozoos, virus y rickettsias.

Las rickettsiosis son zoonosis emergentes de distribución mundial, y aunque no son consideradas prioritarias en los sistemas sanitarios nacionales e internacionales, la proliferación de viajes internacionales a zonas endémicas suponen un riesgo de aparición en nuestro país. Si bien se necesitarían más estudios sobre su prevalencia para situarlas en el contexto de la epidemiología. En España la rickettsiosis más frecuente es la Fiebre Botonosa del Mediterráneo, de la que se han llegado a publicar datos de seroprevalencia de entre el 3 y el 87% en diferentes zonas del área mediterránea, principalmente en perros dedicados al cuidado del ganado.

El período de incubación de esta enfermedad suele ser de 6 a 12 días. En la mayoría de los casos no se puede determinar con exactitud pues la picadura de la garrapata pasa inadvertida ya que la lesión de inoculación es indolora y rara vez pruriginiosa. Aparece fundamentalmente en la época estival, con una incidencia máxima en el mes de agosto, si bien desde comienzo de la primavera podemos encontrar garrapatas activas.

Las orejas es una localización habitual

Las orejas es una localización habitual

Garrapata lista para soltarse y liberar sus huevos

Garrapata lista para soltarse y liberar sus huevos

SEVEMUR diagnostica la enfermedad a partir de la sintomatología que muestran los animales, siendo muchas veces la única forma de sospecha la detección de la garrapata. Los síntomas principales son: fiebre alta, cefalea, fotofobia, artralgias y mialgias, malestar general, exantema en palmas y plantas. En un porcentaje elevado de los casos se puede ver la zona de picadura de la garrapata como una lesión ulcerosa de escara negra y halo eritematoso.

**SEVEMUR aplica los tratamientos preventivos a todos los perros y gatos que recoge, entre los que se incluye la desparasitación interna y externa del animal; en los casos en que se detecte la presencia de garrapatas, estas son recogidas para su envío a VISAVET, donde se confirmará la existencia del agente etiológico de la rickettsiosis.

Más de 150 garrapatas extraidas

Infestación masiva por garrapatas

**Las garrapatas se suelen encontrar en las orejas del animal, pero también en el cuello, axilas e ingles, raquis y patas. En ocasiones la infestación es masiva, encontrándose cientos de ellas en un animal. La extracción hay que hacerla agarrando la garrapata cerca de la cabeza o la boca, con unas pinzas, después se tira de ella hacia afuera con un movimiento lento y constante, teniendo cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel. Hay que evitar apretar o aplastar la garrapata porque podríamos inocular el contenido patógeno de su interior en el hospedador. Para finalizar hay que limpiar bien la zona con agua y jabón. Si la garrapata se extrae antes de 24 horas, el riesgo de transmisión de la enfermedad es muy bajo.

**El agente etiológico es una bacteria: Rickettsia conorii, y el reservorio y vector principal es la garrapata del perro (Rhipicephalus sanguineus). En la bibliografía se encuentran datos de que más del 20% de las garrapatas están infectadas por esta bacteria. Además, las garrapatas tienen la capacidad de transmitir el patógeno por vía transovárica (hembra infectada a la prole) y transestadial (entre las distintas fases de desarrollo hasta la garrapata adulta). Esto, unido a la elevada resistencia al entorno del vector, permite al patógeno sobrevivir al invierno en la garrapata e infectar a perros susceptibles (hasta 155 días).

Recuerda seguir las pautas de desparasitación de tu mascota para evitar problemas, y vigila a tu animal, sobre todo a partir del comienzo de la primavera y después de sacarle a pasear en zonas con vegetación.

Darío Cabañes Rodríguez Darío Cabañes Rodríguez

SEVEMUR. VISAVET-UCM

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